Justicia para los animales

En esta vida no le deseo a priori un mal a nadie, tampoco busco venganza, quizás porque entre otras cosas, tendría que cavar dos tumbas como dice Confucio, pero reconozco que tengo una satisfacción al ver que por fin, el que hace daño a un animal la paga y como en los dos casos sucedidos, lo paga con la cárcel.

Matar a un caballo con un palo, o dejar morir de hambre a un perro, no tiene calificativos, no hay madre que merezca lo que se me ocurre decirle a ese hijo que ha hecho tal monstruosidad. Pero faltaba que se uniera a esta situación la justicia, y vaya si lo ha hecho, ha mandado a la carcel a estos dos individuos. No sé si durante su estancia pensaran sobre lo que han hecho o saldrán peor, pero por Dios que se lo merecen.

Siempre habrá quien diga que puede ser excesivo, que si los animales no sufren como las personas, bla, bla,bla. Pero la pregunta es ¿que necesidad hay de hacerle daño a un animal? , la respuesta se las doy ahora, NINGUNA. Como me decían el otro día varias personas sobre este tema, “yo a un individuo que hace eso, no me gustaría que fuera mi yerno, cuñado o amigo” porque en el fondo todos sabemos, que cuando uno es violento, es difícil saber que límites puede tener.

Ni el caballo, ni el perro, resucitaran, pero espero que sirvan estos sucesos para despertar esa maldita conciencia, que sólo espabila con casos como estos. Maldito el que hace daño a un animal indefenso, pero ahora además de esa repulsa, estará la Ley, a ver cuanto hijo de mala madre se atreve a hacer esas barbaridades, porque los demás estaremos atentos para denunciar.

Antes ya sabíamos que había que aplicar la justicia y ahora por fin, la JUSTICIA se pone de nuestro lado.