Dos investigadores de la ULPGC y uno de la ULL, defienden en un artículo que las nuevas superficies que la erupción de La Palma está ganado al mar deben ser nombradas como “deltas lávicos” o “islas bajas”, nunca como “fajanas”.
Este artículo está firmado por los catedráticos de la ULPGC, Maximiano Trapero Trapero, de Filología Española, y Francisco José Pérez Torrado, de Petrología y Geoquímica; junto al catedrático de la ULL Ramón Casillas Ruíz, de Petrología y Geoquímica.
El artículo indica que “el término “fajana” es un verdadero arcaísmo en las hablas insulares que, como registro histórico que es, nos da cuenta de las diversas procedencias que tuvo el léxico de la lengua que se instauró en Canarias” y que “en términos geológicos, una fajana es, por tanto, un depósito sedimentario de ladera formado por una mezcla de granos de tamaño arena y gravas, conocido también como coluvión. Por tanto, su proceso de formación es sedimentario, no volcánico”.
Este es el artículo completo de los investigadores:
DELTA LÁVICO o ISLA BAJA, QUE NOFAJANA
Canarias es un archipiélago de origen volcánico. Todas nuestras islas han crecidogracias a losmateriales de la actividad volcánica que, lentamente, van ganando terreno al mar. En esecrecimiento de las islas volcánicas, las lavas emitidaspor los volcanestienen un papel protagonista,como estamos viendo en la erupción de La Palma. Cuando las coladas lávicas penetran en el mar, se acumulan sobre los fondos costeros conquistando nuevos terrenos para las islas. En La Palma, al día de hoy (10 de diciembrede 2021) se han formadodos deltas lávicos,el que está situado más al sur,por coalescencia de tres deltasinicialmente separados entre sí, y el que se construyó, másrecientemente, más al norteque los anteriores. La superficie total gana al mar asciende a unas 47Ha.
Este proceso de entrada de lavas al mar, formación de deltas lávicos y crecimiento de las islas, no esnuevo, se viene produciendo desde que la primera isla canaria, Fuerteventura, se formó hace más de 20 millonesde años. Es decir,en todas las islas tenemosvestigios geológicos de este tipo deestructura, pero donde mejor se observancon su forma original de abanico al pie de los cantileses enlas islas más jóvenes del archipiélago: El Hierro y La Palma. ¿Por qué es así? Pues porque son en estas islas donde han ocurrido el mayor número de erupciones en los últimos 11000 años, que es cuando el nivel del mar ha permanecido con niveles similares al actual. Los deltas de lava que se formaron en el pasado, con niveles del mar muy diferentes al actual, ya han sido erosionados y/o sumergidos, por lo que su forma original ya no se conserva.
Por tanto, el término científico correcto para denominar estas superficies en forma de abanico al pie de los cantiles que obedecen a la acumulación de lavas que han ganadoterreno al mar debe ser“delta lávico” (lava delta en inglés), como así está reconocido en la literatura científica. En las islas de La Palma y El Hierro, así como en Tenerife, dondetambién son relativamente comunes losdeltaslávicos, se les suele llamar “islas bajas”, por formar esas plataformas marinas de poca altura y relativamente planas al pie de los acantilados mucho más altos. Todas las erupciones históricas conocidas en la isla de La Palma a partir del siglo XVI han formado“islas bajas” al llegar sus lavas almar. La más extensaes la que se observa al norte de Puerto Naos, en la zona conocida como La Bombilla-Las Hoyas, formada por las lavasde la erupción del Volcán San Juan en 1949.Sobre estedeltalávico o isla baja del San Juan han corrido, en su extremo más septentrional, varias coladas de lava de la actual erupción de 2021, algunas de ellas penetrando en el mar y coalesciendo para formar el actual delta lávico del sur.
El término “fajana” es un verdadero arcaísmo en las hablas insulares que, como registro histórico que es, nos da cuenta de las diversas procedencias que tuvo el léxico de la lengua que se instauró enCanarias. Hasta el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española reconoce al término fajana como canarismo, lo que es verdad, pero ha dejado de usarse en el habla común y solo pervive en la toponimia, sobre todo de la isla de La Palma. Precisamente hay dos poblaciones en La Palma que se llaman La Fajana en los municipios extremos de Garafía y de Fuencaliente. Su significado es el de “terreno en declive al pie de laderas y escarpes formadopor los materialesdesprendidos de las alturas que lo dominan”. El origen de la palabra fajana hay que buscarlo en el portugués utilizado en las islas de Madeira y Azores, lo cual es lógico, pues son islas que tienen unrelieveque propicia los desprendimientos.
En términos geológicos, una fajana es, por tanto,un depósito sedimentario de ladera formadoporuna mezcla de granos de tamaño arena y gravas, conocido también como coluvión. Por tanto, su proceso de formación es sedimentario, no volcánico. Además, el término “fajana” se empleaba siempre para estas formaciones de interior, pero si se traslada a la costa debe emplearsetambiéncuando las formas resultantes son de origen sedimentario por desprendimientos gravitacionales de los materiales de los riscos.
En conclusión, las nuevas superficies que la erupciónde La Palma está ganadoal mar deben sernombradas como “deltas lávicos” o “islas bajas”, nunca como “fajanas”.
Maximiano Trapero Trapero, Catedrático de Filología Española, ULPGC
Francisco José Pérez Torrado, Catedrático de Petrología y Geoquímica de la ULPGC
Ramón Casillas Ruíz, Catedrático de Petrología y Geoquímica de la ULL