Intoxicación por agua de chocho
sábado 25 de julio de 2015, 12:31h
Los medios de comunicación de todo el país han informado, esta semana, sobre la primera intoxicación conocida en España por la flakka. La nueva droga de síntesis ha sido identificada en Baleares y se caracteriza por integrar y superar las viejas amenazas de las drogas psicoestimulantes; rapidez de acción, hipertermia, arritmias cardiacas, secuestro de voluntades, crisis convulsivas y agresividad. La concentración plasmática de esta nueva sustancia ilegal necesaria para percibir sensaciones aparentemente placenteras está muy cerca de los niveles letales. La dosis efectiva se pasea junto al abismo de la muerte. En esta época de grandes cambios sociales, en plena mudanza de era, también conviven viejos y nuevos tóxicos.
Porque, como contraste, con independencia de sus potenciales bondades, también la ingesta de un clásico, se ha identificado como problemática. El agua de chocho aumenta la temperatura corporal, puede producir mareos, sensación de inestabilidad, visión borrosa, sequedad de boca, nerviosismo y debilidad generalizada. Acelera el corazón, dilata las pupilas, e incluso no es extraño que se acompañe de crisis epilépticas.
¡Vaya síntomas poco o nada previsibles y mucho menos esperables!
Sorprenden los potenciales efectos deletéreos de la ingesta de algo tan natural y al que se atribuyen propiedades altamente recomendables. No en vano, se afirma y es cierto, que comer chochos es muy bueno. Clásicamente se le reconocen efectos muy saludables como la disminución de la glucemia, de la ingesta calórica, el incremento de la sensación de saciedad y su potencia diurética; produce grandes pérdidas de agua. El secreto mejor guardado se fundamenta en la alta concentración de alcaloides. Es rico en esparteína y lupinina, conocidos por su potente poder alucinógeno.
¿Qué paradoja? De una situación perfectamente planificada por sus bondades, con acreditados beneficios para la salud, observamos con preocupación, que puede derivar en un cuadro clínico muy aparatoso y a veces grave.
Curiosamente, en contra de lo que se pueda pensar, la intoxicación por agua de chocho, se da más en mujeres. En realidad no se explicita ni el motivo ni la razón. Por otro lado, es más frecuente es Hispanoamérica que en otras latitudes. Sin embargo, se observa en todos los continentes, razas y edades.
Se puede tratar con fiabilidad. De hecho, no se conoce ningún caso de muerte, pero podría provocar un desenlace fatal. El aspecto más importante es el preventivo. Basta con no tomarlo. Aunque sea una práctica del gusto de uno, ante la tal constelación de manifestaciones, es mejor evitarlo. Puede ser sustituido con facilidad. Que si, que si…, el entorno lo entenderá y será colaborativo
El diagnóstico es fácil. Es preciso constatar el antecedente epidemiológico. Es necesario saber que se ha ingerido. Las técnicas de laboratorio complejas y exclusivas no aportan valor alguno al clínico experto. Una buena anamnesis que profundice y describa con precisión las costumbres domésticas, es determinante y definitivo para el diagnóstico. De lo contrario puede derivar hacia equívocos muy importantes. Tal como hemos descrito, las crisis comiciales y la dilatación pupilar son habituales acompañantes del consumo abusivo de sustancias estupefacientes como anfetaminas y cocaína.
¿Quién iba a decir que el consumo de legumbres puede comportar manifestaciones tan severas?. Para los pocos que a estas alturas del escrito no hayáis reconocido la sustancia, hay que recordar que el chocho es una leguminosa natural originaria de América del Sur. También se le conoce como lupino o altramuz. No se puede comer crudo. Contiene alcaloides que tienen que ser eliminados o desnaturalizados, antes de la ingesta, por medio de un proceso de lavado y cocción.
El agua, el agua del lavado es la que debemos evitar a toda costa y la responsable de todo el proceso. Si se desecha, se elimina toda posibilidad de intoxicación por la ingesta de chocho.
Desconozco si los responsables de la unidad de toxicología de Son Espases (Mallorca), los prestigiosos Dres. Bernadí Barceló y Jordi Puiguriguer, han identificado algún caso. En otros puntos de España ya lo han hecho y lo han publicado en acreditadas revistas científicas. Además estoy seguro que el Dr. Lázaro, que nos inspira en estas mismas páginas con sugestivos restaurantes sensibilizados por la comida sana y saludable, basados en exquisitos productos naturales, si lo tienen en cuenta.
Pues nada, terminaré con un buen consejo para esta época de insoportables calores; las legumbre son muy recomendables, pero la ingestión del agua de lavado puede aumentar la temperatura corporal, deshidratar y producir muy desagradables sensaciones neuropsiquiátricas. Prudencia.