Hay que ser imbécil
sábado 06 de junio de 2015, 15:40h
Hay que ser imbécil para ir conduciendo y, además, hacerte un selfie. Ni a mi, que soy una selfieadicta, se me ocurriría. Entiendo, porque yo también lo hago, las ‘autofotos’ de postureo cuando vas de fiesta, cuando sales a correr (a quien le guste que le vean sudando, cosa que a mi no), cuando estás monísima en la playa con tu pareo recién estrenado o, incluso, al volante de un coche pero, eso sí, parado.
Lo que no se me ocurre es hacerme una foto con ‘carusa’ incluida mientras voy a 120 por la autopista. No sólo por el peligro que conlleva, de hecho esta práctica se ha convertido en una causa más del aumento de los accidentes en carretera, sino porque la Guardia Civil, ansiosa de recaudar a base de multas, está más ojo avizor que nunca y si te pillan te puede caer un paquete de padre y muy señor mío.
Está claro que aún nos queda mucho camino que recorrer para seguir las normas de circulación que prohíben, taxativamente, tener un móvil en la mano mientras conduces. Todos seguimos mandando mensajes de texto o respondemos las llamadas en algún momento que otro mientras conducimos. También es irresponsable, lo sé, pero puede responder a una necesidad imperiosa de comunicarte por uno u otro motivo.
Ahora bien, harte una foto posando a lo Fernando Alonso sólo responde a una necesidad imperiosa de pegarte un trompazo con el coche y, lo que es peor de todo, llevarte a alguien por delante. Lo dicho, hay que ser imbécil.