Alucinante. Esa es la palabra más adecuada para definir la gala de ayer, pues el bombazo que supone que la nueva concursante y compañera de Paula sea Lucía, la ex de Omar, nos ha dejado a todos pegados al sofá incluso durante la publicidad.
Ya lo adelanté en la entrada anterior, y supongo que a más de uno se le habrá pasado por la cabeza, pero era sin lugar a dudas lo mejor que podía pasar.
El momento es el oportuno. Justo cuando la cosa comenzaba a coger forma, llega Lucía a romper la baraja, y así desestabilizar a una
parejita que ya estaba empezando a dejarse llevar y a obsequiarnos con los momentos de amor más patéticos y obscenos (a partes iguales) que hemos presenciado en 15 años de GH.
Sí, porque la pareja ya ha consumado, a pesar de que Paula lleve dos semanas volviéndonos locos con su abuela, su pudor y cómo pudiera quedar. Al final, como ya sabíamos, se la trajo al pairo su abuela, su entorno y su santo pudor.
Como decíamos, la entrada de Lucía ha puesto la casa patas arriba. En un primer momento, cuando todavía Paula no sabía que era la ex de Omar, se sacó ese lado
flower power al que nos tiene acostumbrados desde que entró en la casa, pero a medida que se fue desarrollando la gala su semblante iba cambiando por momentos, mostrando su peor cara: sus celos posesivos le jugaron una mala pasada, y a pesar de que se notaba que estaba intentando controlarse, la tranquilidad y felicidad forzosa de Lucía logró sacarla de sus casillas. ¡Esto está empezando!
De Lucia he de decir que admiro la valentía que ha tenido para entrar en la casa, pero realmente creo que todavía no es consciente de lo que se le viene encima.
Por su parte, Omar
el pelos parece haber cavado su propia tumba. Sobre todo, por el comentario (súper fuera de lugar) en el que le dice a su ex novia de dos años que Paula en dos semanas que le ha dado más que ella en todo ese tiempo.
No se lo cree ni él, porque lo que yo creo que va a pasar es que el muy
tontolava se va a dar cuenta de que realmente sigue enamorado de esta chica. Ha sido muy fácil para él dejarla en un segundo plano teniéndola a ella fuera y dejándose llevar en una casa donde la realidad se olvida rápido, pero ahora sí que vamos a ver su verdadera cara, esa que ha intentado esconder en lo que llevamos de concurso.
Omar es el prototipo de cinismo en Gran Hermano, y su mayor exponente a lo largo de tantas ediciones. En la gala de ayer nos siguió brindando sus ya famosas miraditas a cámara mientras se besaba con su amada Paula (ha habido una larga tradición de “mirones” en Guadalix, pero éste debería tener
copyright).
Con todo, el tiempo (poco sí, muy poco) ha dejado claro que Paula y Omar en el fondo hacen buena pareja, porque están cortados por la misma tijera. Insoportables a partes iguales, deseando estoy que llegue el momento en que estén nominados, los echen a la calle y se les desvanezcan esas ilusiones creadas en sus cabezas de ganar el concurso por haber creado la pareja más falsa del momento.
No sé qué más decir, me he quedado tan atónita con todo lo que ha pasado, que lo único que quiero es que pasen los días y ver el lío que se va a montar con este trío.
Por ultimo decir que las nominadas de esta semana son: Mayca, Shaima y Alejandra.
Esperemos que salga Shaima que aunque no la haya nombrado en este post, me sigo reafirmando en lo que he dicho en los anteriores y es que no me da buena espina.
Poco más que decir de los demás concursantes, ya que en esta gala han quedado en un segundo plano con todo este “Lío en trío”, así que con esto me despido.
Un besito a todos y nos vemos el domingo!!!!!
Si (
No(
