Fue el título de una película del año 1951 dirigida por Alfred Hitchcock, podemos y nunca mejor dicho, hacer un paralelismo con el título, para volver a destacar, que los morados populistas, están estrangulando el crecimiento económico, el desarrollo social y la sostenibilidad en Tenerife, con su rechazo al tren.
En cambio, en Gran Canaria, son sus grandes valedores defendiéndolo a capa y espada.
Una diferencia que sólo ellos entienden, porque los ciudadanos de nuestra isla, estamos perplejos ante tamaña contradicción. Lo que es bueno en un lado, es manifiestamente malo en el otro, a eso se llama, claramente, avivar el Pleito Insular, por parte de unos políticos que se autodenominan ecosocialistas y defensores del territorio o medio ambiente, pero según les convenga.
Tenerife, quiere y necesita el tren, como medio más eficiente de movilidad sostenible, ágil y segura. El apoyo ciudadano al tren, es inmensamente mayoritario, aunque ellos se emperren en seguir negándolo, es que no saben hacer otra cosa que perjudicar a nuestra isla.
Hay que desenmascararlos públicamente, porque ya no engañan a nadie.
Si (
No(
