Espectáculo lamentable, bochornoso, lo que están ofreciendo la mayoría de los políticos del nuestro país. La inestabilidad política, está fomentando la incertidumbre económica, que aboca, irremediablemente, a una crisis social.
Quitando algunas excepciones, los demás representantes públicos, ellos y ellas, son meros, semejante a ese pescado cabezón, semigraso, de agua salada, que vive en las profundidades, siendo un pez solitario y muy territorial. Cada cual quiere sacar tajada de las peculiaridades, sean cuales sean, incluso reinventando la historia.
Son la personalización de la vanidad, el juego del yoyó, que sube y baja alternativamente, en un continuo movimiento, aburrido sobre si mismo. Están llevando a España a un abismo, del cual puede ser muy difícil salir. Irresponsables.
No llegan al mínimo acuerdo, por sencillo que sea. Tampoco conocen y por supuesto menos aplican, la palabra consenso. Parecen que están en un patio de colegio, a la hora del recreo, como si la política fuera insustancial.
Mientras tanto, el país a la deriva, sin rumbo. Como decimos en Canarias, son unos verdaderos “batatas”, es decir, personas incompetentes para el desempeño de una determinada activida., tardas en comprender, verdaderos zoquetes