El ‘necroturismo’, el turismo de cementerios, tiene una gran tradición en Europa aunque en España está dando sus primeros pasos y cada vez son más los camposantos que han decidido abrir sus puertas al curioso y visitante organizando rutas específicas.
En España, este tipo de necroturismo está despuntando y en los últimos años son muchos los cementerios que se han sumado a esta nueva moda de mostrar ángeles, serafines o vírgenes de mármol. En Madrid, coincidiendo con su bicentenario, la sacramental de San Isidro ofreció visitas guiadas para dar a conocer el patrimonio artístico, histórico y paisajístico que atesora. El objetivo de la iniciativa es apoyar al cementerio para difundir el valor de sus más hitos funerarios (de todos los estilos artísticos del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX) y recaudar fondos para destinarlos a atajar los problemas de erosión que sufren algunos de ellos.
Más allá de su función expresa, muchos han entendido que el cementerio es un elemento arquitectónico de importancia cultural y de ahí su interés en visitarlo como una actividad turística más. Casi una veintena de cementerios españoles están reconocidos como de interés turístico. En Europa existe desde hace tiempo una importante conciencia de uso de este patrimonio funerario y la web de la Asociación Europea de Cementerios Singulares muestra los camposantos más importantes de ciudades como París, Londres, Viena, Praga o Roma.