Sebastián Ledesma lamenta la parcialidad del presidente del Cabildo, que impidió al Grupo Popular defenderse de los insultos de José Antonio Valbuena Alonso
El Grupo Popular en el Cabildo de Tenerife quiere denunciar la actitud caciquil demostrada por el presidente de la corporación, Carlos Alonso, durante el pleno celebrado hoy, cuando procedió a la expulsión de la sesión de nuestro portavoz, Sebastián Ledesma, tras negarle reiterada e injustificadamente la oportunidad de replicar a los insultos que estaba dirigiendo a los consejeros populares el consejero socialista José Antonio Valbuena Alonso.
Sebastián Ledesma abandonó el salón de plenos por orden expresa de Carlos Alonso, que además le exigió que lo hiciera en silencio. En el colmo del cinismo y la mala conciencia, argumentó más tarde desde su lugar en la Presidencia del acto que nuestro portavoz había abandonado la sesión porque había querido, afirmación que no se sostiene en ningún momento con el simple visionado del video de la sesión plenaria.
Tan inadecuada resultó su actuación, que solo unos minutos después, y a raíz de una intervención de Fernando Sabaté (Grupo Podemos) en esta línea, el presidente del Cabildo invitó al Grupo Popular a transmitir a Sebastián Ledesma que podía reincorporarse a la sesión.
Lejos de ellos, los restantes miembros del Grupo Popular abandonaron la sesión plenaria una vez votada la moción de la consejera Ana Zurita que se estaba debatiendo, y que solicitaba la paralización de las obras que se realizan en el sendero de Las Hiedras, en el Parque Rural de Anaga. Según indicó el portavoz adjunto del grupo, Pedro Suárez, el abandono del salón de plenos estuvo motivado por la parcialidad demostrada en la dirección del debate plenario por parte de Carlo Alonso.
El presidente del Cabildo impidió con tales métodos caciquiles que Sebastián Ledesma pudiera defenderse de los insultos que estaba profiriendo contra su grupo y su partido el consejero socialista José Antonio Valbuena Alonso, con los que atentaba clara y gratuitamente contra el honor de los miembros del Grupo Popular. Se da también la circunstancia reiterada de que Carlos Alonso demuestra manga mucho más ancha con los restantes grupos de la oposición insular en la dirección de los debates plenarios.
Además, en la huida hacia delante que viene caracterizando al que ya se puede denominar el consejero de los líos (cobro de sueldos irregulares, Caso Piscifactoría, crimen contra la naturaleza en el sendero de Las Hiedras, pérdida de la cosecha trigo…), Valbuena Alonso pretendió imputar torticeramente al Grupo Popular las opiniones vertidas en las redes por personas que han despreciado al colectivo de personas con discapacidad, extremo éste que, además de ser mentira, choca frontalmente con la trayectoria seguida por nuestro grupo en la materia. Asimismo llegó a decir, ante la impasibilidad de Carlos Alonso, que los consejeros del PP daban mejor trato a los perros que a las personas con discapacidad al pretender que se paralice las obras en el sendero de Las Hiedras, obras que incumplen la legalidad.
Ana Zurita replicó a las faltas al respeto proferidas por José Antonio Valbuena contra los miembros del Grupo Popular expresando que no admitía críticas “de quien es el menos indicado aquí para dar lecciones de ética, de quien es un mentiroso, que miente incluso a sus propios compañeros”, una referencia al sueldo de dedicación exclusiva que el socialista venía cobrando hasta que se denunció públicamente su incompatibilidad.