El Iberostar Tenerife sumó este domingo un laborioso triunfo ante un buen CAI Zaragoza (82-78). El grupo de Txus Vidorreta firmó una victoria a pico y pala, forjada en una buena puesta en escena y amasada luego con la constancia y la chispa final que le había faltado en la mayoría de sus anteriores compromisos como local. En eso, y en la luz de Nico Richotti, que fue la que alumbró el camino cuando hizo falta desatascar el encuentro.
Los 33 puntos del bahiense, 15 de ellos en el último cuarto y récord histórico aurinegro de triples de por medio en lo que a las comparecencias canaristas en la élite se refiere (8/11), pusieron la guinda a un buen trabajo coral (hasta cinco jugadores en dobles dígitos de valoración) para sumar el cuarto triunfo insular en sus últimos cinco partidos.
No fue sencillo frenar a un CAI Zaragoza, que venía de sumar tres victorias consecutivas, y que explotó la envergadura de Henk Norel (10 puntos en el primer cuarto) para intentar frenar el buen arranque de los anfitriones (22-14, 10’). El caso es que el Iberostar Tenerife rumió bien sus jugadas y fue tomando ventajas desde el criterio en ataque (14 asistencias al descanso y sólo dos pérdidas) y el buen hacer defensivo.
Los tinerfeños sumaban desde distintas facetas, Blagota Sekulic asistía (5) con oficio, Javi Beirán aportaba a la contra y al rebote (9 al final y 5 de ellos, ofensivos) y la rotación aurinegra superaba a la de un CAI que pasaba por sus peores minutos: 28-16, tras canasta de O’Leary. Fue entonces cuando los de Casadevall empezaron a sumar de tres en tres, gracias a los triples de Pere Tomás, Stefan Jelovac y el 2+1 de Sek Henry (31-25, 16’).
Pese a todo el Canarias mantuvo el mando hasta la vuelta de la pausa (39-33, 20’), donde la canasta más tiro adicional inicial de Nico fue respondida por un parcial de 0-7 de los visitantes, que estrechaba el cerco (42-40, 23’) y daba paso a un partido más apretado. El Iberostar se mostró espeso por momentos, lo que dio vida a los maños, bien dirigidos por Tomás Bellas. El acierto del madrileño, anotando los ocho primeros puntos de su equipo en el último cuarto, barruntaban un epílogo marcado por la incertidumbre (67-66, 34’).
Sin embargo, con el partido en el alambre, Nico puso la luz, con 15 puntos determinantes en el último cuarto. Un triple suyo, tras hasta tres rebotes ofensivos de sus compañeros, puso el 75-68 a falta de poco más de dos minutos para el cierre y, pese a un posterior amago de reacción visitante (80-76), el Iberostar Tenerife exhibió la firmeza necesaria para terminar finiquitando la que supone su cuarta alegría de la temporada, justo antes de encarar un maratón de tres partidos en apenas siete días.