Con la llegada de las rebajas pocos son los que se resisten a la “compulsión” de hacer alguna compra.
En ocasiones, después de caer en la tentación, nos damos cuenta de que realmente no necesitamos ese producto y preferimos devolverlo.
Como consumidores, tenemos derecho a desistirnos de nuestras compras sin ningún motivo en los 14 días siguientes a su realización.
La regulación de este derecho se encuentra en el artículo 102 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.
La ley también impone al vendedor la obligación de informar a los clientes sobre la facultad que tienen de ejercitar este derecho y el plazo del que disponen para hacerlo.
El reembolso del importe por parte del comercio deberá efectuarse dentro de los 14 días naturales siguientes a la devolución.
Sin embargo, este derecho también tiene sus excepciones, como cuando se trata de artículos personalizados que han sido elaborados con las directrices del comprador, o son mercancías a las que se les ha quitado su precinto o roto su embalaje, por lo que es muy importante, que cuando abramos nuestra compra, lo hagamos sin dañar la caja o estuche que la contenga.
En cuanto al contenido digital, como en el caso de los videojuegos, el distribuidor puede imponer en las condiciones contractuales que el consumidor se desista expresamente de esta facultad dadas las particularidades de estos productos.
También es necesario conservar la factura o ticket generado por la transacción para poder efectuar con éxito nuestro desistimiento.