Desequilibrio económico escasamente ortodoxo en el Ayuntamiento de Tacoronte
Por
Jesús Antonio Rodríguez Morilla
sábado 03 de agosto de 2019, 14:20h
Costumbres “decimonónicas” de reconocimientos extrajudiciales del crédito
Vamos aproximadamente por unos 580.000 euros, sobre los que el Ayuntamiento de Tacoronte haya afectado a pagos de facturas sin contratos en vigor, de la época del anterior Consistorio, sin seguridad plena de que realmente pueda afirmarse aquello de “ni están todas las que son, ni son todas las que están” ya que puede desconocerse la totalidad que finalmente aflorará.
Pero no se alarmen nuestros queridos lectores, ya que resulta muy probable que esta práctica habitual, no escrita, pero si consensuada, se iniciara probablemente entre los años 1700 y 1800, a través de nuestros primeros “administrativistas”.
Y es que determinadas deudas, contraídas por los Consistorios salientes, en este caso, podrían calificarse de irregulares en cuanto al procedimiento seguido, pero probablemente creíbles, en cuanto a su realidad.
Se tratan, de una especie de sombras amenazadoras que siempre se encuentran agazapadas en los “dinteles” presupuestarios a las cuales se las invita a franquear con la excepcionalidad del Acto.
Al Consistorio entrante, como no suele constarles existencia fehaciente presupuestaria de determinadas deudas contraídas por el Organismo saliente, debe asumirlas y tratarlas administrativamente como “reconocimientos extrajudiciales de crédito”, ya que muy probablemente cuando termine su mandato, en el supuesto de entrada de otro Consistorio, dejará los mismos rastros para su sucesor.
Solucionarse pues, como manifiesta la responsable, a través de la aprobación del Pleno Consistorial, lo que en realidad constituye un aumento del Presupuesto anterior, eso sí, siempre a cargo del contribuyente, que como puede observarse, resulta corto y sencillo. tanto su planteamiento como solución.
Pero va siendo hora de que se regulen estas situaciones a través de la fijación de las oportunas normas y se deje de “pasar el testigo” de unos a otros como si de una carrera de relevos se tratara, ya que no le vendría mal a Tacoronte y por ende a las Islas, convertirse en adalid de una reforma que lleva clamando unos doscientos años.........