Es una pregunta a la cual yo respondo con un muy sonoro y firme SÍ.... En realidad ya existe una muy buena cantidad de videojuegos eróticos, pero muchos de esos juegos suelen salir de Japón o suelen ser proyectos independientes muy limitados. Lo que yo quiero explicar es que deberíamos tener juegos picantes con más presupuesto, con las potentes tecnologías de hoy disponibles, lo que vendría ser un juego Triple A.
Cuando juntamos conceptos de erotismo y videojuegos Triple A lo primero que se nos viene a la cabeza son juegos como Dead or Alive y similares, pero aun si en Internet disponemos de una gran cantidad de juegos picantes en todas las consolas, casi ninguno está clasificado como Triple A.
En los videojuegos el contenido adulto es casi un tabú, como mucho se puede mostrar un breve topless o una actividad siendo 0% explícita. Pero dicho ésto el material adulto en el mundo de los videojuegos sigue existiendo y no va a dejar de existir; y si tenemos películas, cómics y animaciones picantes de forma pública y legal, ¿por qué no videojuegos para adultos bajo esas mismas condiciones?.
A uno le parecerá extraño todo este asunto y preguntará que para qué queremos videojuegos eróticos si acabo de decir que ya tenemos muchas películas eróticas disponibles, preguntándose también para qué queremos ver personajes ficticios ligeros de ropa cuando ya podemos ver a gente real ligera de ropa. La respuesta es muy simple, porque la ficción puede proporcionarnos cosas que la realidad no puede. En la ficción a los personajes podemos darle un look único y hacer que realice acciones que en la vida real serían imposibles de conseguir.
Ésto me lleva a la época de la Atari 2600, una época en la que uno podía hacer cualquier juego para dicha consola sin necesidad de hacer demasiados contratos y papeleo. Para la Atari 2600 existían juegos 100% pornográficos con temas sexuales sin censura alguna (limitado al número de bloques enormes que tenían por píxeles claro está). Dichos juegos adultos eran tratados con la misma cautelas de las películas adultas de forma que los menores de edad tenían el acceso restringido.
Tras la llegada de la NES de 8 bits el género adulto dejó de existir en consolas, debido a que los juegos de la NES no solían mostrar contenido explícito como la violencia sangrienta, las drogas y demás. A medida que fuimos avanzando por generaciones más modernas muchos de estos tabúes se han desbloqueado, pero el tabú del sexo sigue manteniendo su estatus, y casi ninguna de las empresas modernas de videojuegos se atreve a cruzar esa barrera.
Hoy en día tenemos videojuegos que nos permiten tener a las luchadoras en pequeños bikinis, novelas visuales con historias románticas y sexuales, alguna que otra empresa japonesa que proporciona juegos para PC, y gente con suficiente tiempo libre para crear sus propios juegos picantes. Y éste es un decente menú lo suficientemente moderno, pero siempre quedará la pregunta de cómo quedaría un Strip Poker con los gráficos de una PS4.