España y los demás países hipano-parlantes, somos los únicos que usamos la letra eñe. La rama del indoeuropeo, que es el latín, da origen a los siguientes idiomas: el francés, el italiano,, el provenzal, el catalán,, el rumano, el gallego, el portugués, el judeo- español o ladino y el nuestro, el español. Hoy en día esta grafía “eñe”, se ha convertido en un símbolo reconocible de hispanidad.
Están en los teclados de nuestras máquinas de escribir y en nuestros ordenadores, creando un pequeño inconveniente, a quienes nos escriben en nuestra lengua, desde países de idiomas diferentes.
En nuestro idioma el tilde, que se sobrepone sobre la letra “n”, nos está diciendo en algunos casos ,”yo antes”, en latín era otra “n”, y ahora estoy aquí arriba para recordártelo, como en el caso de “annus”, que pasó a ser “año”, en nuestro español. Una excepción a esta regla es “perenne”, que significa, por años y que tendría que haber sido “pereñe”, es el antónimo de caduco, en el reino vegetal, usada esta palabra para designar a las hojas que se caen, y las otras serían, las que por años, no caen.
Otros idiomas de la familia del latín, logran el sonido “ñ”, mediante dos letras, que se designan “dígrafos”, en el caso del italiano con “gn”, en portugués “nh” y en catalán “ny”.
Algunos ejemplos en italiano:, la ciudad de Bologna, se dice Boloña, cognome= coñome= apellido y montagna se pronuncia “montaña”.
En portugués, la ciudad brasilera de Noronha, se pronuncia Noroña, moinho, moiño= molino.
En el idioma catalán el dígrafo “ny”, corresponde al sonido de nuestra “ñ”, de ahí que escriban de esta manera a Espanya, lo mismo que Catalunya. Otros ejemplos son “añoranza”, palabra que pasó en préstamo del catalán al español, que equivale a la acción de añorar, o sea nostalgia,, otro ejemplo ,estany= estañ = laguna, y para finalizar, senyor, senyorita y senyora, que suenan , señor, señorita y señora.
Quiero recordarles que el hombre, el ser humano, lo es, entre otras cosas por el don de la palabra, los animales, los vegetales y los minerales no hablan, por eso, cuanto mejor hablemos, escribamos y leamos, mejor será nuestra vida de relación, nuestra vida afectiva y nuestra vida laboral.