La
Concejalía de Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife ha apostado decididamente en esta legislatura por la rehabilitación integral y urbanística de la capital santacrucera (ARIs y ARUs).
Ángela Mena, concejal responsable de la empresa pública, encontró en esta rehabilitación una forma de introducir el arte en la construcción, humanizándola. De esta forma, se otorga cualificación a las casas en los barrios, se embellece la ciudad y se consiguen
“Casas con Arte”Para llevar a cabo este proyecto, la edil santacrucera se puso en contacto con el Decano de la Facultad de Bellas Artes,
Alfonso Fernández, para proponerle una idea que le costó mucho impulsar, pues, según sus palabras, “es muy difícil cambiar el paso y hacer cosas distintas a las habituales, pero los técnicos de Viviendas Municipales fueron muy sensibles a esta propuesta y con mucho esfuerzo se puso el proyecto en marcha”.
A la vista de que en el Plan de Estudios se trabaja con la pintura mural, finalmente se encargó la dirección del proyecto a
Severo Acosta, Doctor en Bellas Artes y es profesor titular de Pintura Mural de la Universidad de La Laguna desde la década de los 90, desde la cual ya se habían impulsado diversos proyectos para embellecer distintos enclaves de la isla.
Bajo su dirección, los entonces alumnos, ya graduados,
Alba Botarda, Lorena Fernández y Juan Antonio Muñoz, han sido los encargados de materializar la primera acción dentro de la iniciativa
‘Casas con Arte’, impulsada por
Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife.
Para conocer de primera mano cómo se ha llevado a cabo este proyecto en el barrio de
Santa Clara, Severo Acosta y Juan Antonio Muñoz (como representante del equipo de trabajo) nos han contado un poco más sobre esta experiencia, qué ha supuesto para ellos y cómo ven el futuro de la pintura mural aplicada a las fachadas de la capital santacrucera.
Pregunta.- ¿Cómo llega a ustedes esta iniciativa?Juan Antonio Muñoz.- Viviendas Municipales se puso en contacto con la ULL para llevar a cabo el proyecto
‘Casas con arte’. Se sacó a concurso y nuestro boceto fue el elegido. Nuestra idea principal era que tuviese mucho arraigo en la gente de la zona, por ello no quisimos plantear nada figurativo y por ello optamos por jugar con el simbolismo de los colores, apoyados en el original proyecto que había llevado a cabo Severo junto a otros dos profesores de la Facultad.
Severo Acosta.- Este proyecto lo iniciamos Narciso Hernández, Maribel Nazco y yo hace más de diez años, fascinados por los variados colores que ofrecía nuestra tierra, y decidimos explorar las posibilidades cromáticas que ofrecía el Archipiélago, con una gran cantidad de pigmentos de origen volcánico. Fue un proyecto muy reconocido a nivel nacional en el plano de la innovación, y de ella surgió una paleta de 36 de las Islas. Un trabajo complicado, ya que sólo con Tenerife estuvimos dos años recopilando información.
P.- ¿Cómo se llevó a cabo la pintura una vez aceptado el proyecto?S.A.- Todo fue bastante rápido, la verdad. Cuando nos reunimos con el Viviendas Municipales para presentarle nuestra idea, se mostraron muy satisfechos, les gustó mucho la unión entre la rehabilitación y la identificación con colores típicamente canarios, con personalidad propia. Los vecinos, a su vez, también se mostraron ilusionados con la forma en la que se planteó, y a partir de ahí solo hizo falta comenzar a trabajar.
J.A.M.- Hubo una muy buena aceptación, lo cual es muy gratificante porque es complicada esa armonización con los vecinos, que fue uno de los motivos por los que tuvimos mucha cautela y prescindimos de imágenes de representación con las que es más fácil caer en juicios personales.
S.A.- Al final resultó muy interesante esta temática del color y la subjetividad del mismo, con ese toque tan nuestro, de origen volcánico, que le otorga originalidad en sí misma.
P.- ¿Se toparon con algún problema estructural a la hora de plasmar su visión?J.A.M.- Mínimos, en lo que tenía que ver con las antenas y alguna otra modificación, pero lo que se ve es, casi al 100%, lo que proyectamos.
P.- ¿Recibe la Facultad propuestas de este tipo habitualmente?S.A.- Recibimos muchas propuestas para realizar pintura mural, pero creo que ésta es la primera que se realiza en fachadas de viviendas particulares. A otro nivel sí que hemos trabajado en muchos proyectos que permiten a los estudiantes trabajar sobre el terreno y desarrollar proyectos reales con incidencia en el entorno paisajístico. Por nombrar algunos ejemplos, recientemente hemos finalizado el mural del Puerto de Los Cristianos, también estamos trabajando en la Facultad de Educación, hicimos el mural de Agrícolas… No nos podemos quejar.
P.- ¿Qué opinan de esta iniciativa llevada a cabo por Viviendas Municipales de Santa Cruz?S.A.- Al fin y al cabo es humanizar la ciudad, y sería muy interesante que estas iniciativas cobraran un peso importante en la rehabilitación de las ciudades. No podemos seguir haciendo ciudades grises por una cuestión de precio o mayor permanencia, que es lo que hace que en muchas ocasiones no se aplique más color a la ciudad. Si lo piensas, históricamente encontramos grandes ejemplos de color en las ciudades, como pasa en muchos enclaves del Mediterráneo, como puede ser Santorini, con sus tonos blancos y azules. Ciudades a las que identificas con ciertos colores
J.A.M.- Embellece mucho la ciudad a todos los niveles. Nosotros hemos trabajado con figuras geométricas, pero el próximo proyecto puede ser sobre Canarias, o sobre la historia del arte. Es un mundo lleno de posibilidades, y el antes y el después es un claro síntoma de que se ha de impulsar estas iniciativas.
S.A. – No tiene por qué convertirse todo en un
colorín, pero si está fundamentado en estudios más profundos tendrá un gran valor interdisciplinar. Aplicando conceptos como la psicología del color a la ciudad se pueden conseguir cosas muy interesantes.
P.- ¿Hasta qué punto es más costoso llevar a cabo un proyecto así en contraposición a una fachada de un color único y neutro?J.A.M.- El arte es un capricho caro, como suele decirse, aunque en este caso no lo ha sido, gracias a los convenios que se han alcanzado. Aun así, los vecinos no deben olvidar que, una vez terminado nuestro trabajo, la fachada hay que conservarla. El valor añadido que obtienen los edificios tras estas actuaciones tiene ese reverso, que hay que saber mantenerlo, debido principalmente al clima.
S.A.- Además, el edificio, y el barrio en sí, se han revalorizado. Ya no es tan oscuro, sino que pasas por allí y el color te invita a pararte para mirar esos edificios en particular.
P.- ¿Qué conclusiones sacan del trabajo realizado en Santa Clara?J.A.M.- Para mis compañeras y para mí fue muy gratificante. Además, trabajar en equipo te da una visión de conjunto más amplia y te permite no quedarte atascado en una idea particular. Son más fuentes de las que nutrirte.
S.A.- Ha sido muy satisfactorio. Se han dado las circunstancias idóneas para llevar a cabo el proyecto aunque, como dije, fue todo muy rápido. Ahora con más tiempo estamos trabajando en otras posibilidades para futuros acciones que se puedan llevar a cabo.