Poco ha tardado el secretario general de Coalición Canaria, José Miguel Barragán, en salir a proclamar las virtudes del "provechoso" acuerdo alcanzado con el Partido Socialista para la gobernabilidad de España. Un acuerdo vacío, al fin y al cabo, puesto que, como en la propia CC saben, las elecciones generales son más que una posibilidad y todo lo acordado no vale un pimiento.
Por eso, el avezado Barragán aprovecha la coyuntura para poner lo puntos sobre las íes de Canarias, no vaya a ser.
Para empezar, deja claro a los canarios que son ellos, y solo ellos, quienes tienen la llave de la 'agenda canaria' (como él mismo ha definido). Nada importa Nueva Canarias y su pacto electoral con el PSOE. Será que en Madrid son más listos que nadie y saben que sin Ana Oramas no ha Gobierno posible. Será, porque tamaña afirmación no puede tener mayor fin que dinamitar la posible -y tan necesaria- reunión entre las fuerzas nacionalistas. Román sabía a lo que jugaba, todo sea dicho.
Por otro lado, se adjudica el triunfo de la no supresión de cabildos que promulgaba Ciudadanos, cuando la fuerza naranja se pasó la campaña regional afirmando por activa y por pasiva que las corporaciones insulares no se tocaban. ¿A qué estamos jugando?
Barragán dice que han hecho comprender a los socialistas cuál es el encaje de REF en la Constitución, olvidando que esa comprensión la llevan promulgando desde tiempos remotos sin solución efectiva.
Como colofón, el mandamás nacionalista advierte: "estamos esperando la respuesta que nos llegará en los próximos días". Puede que entonces maticen lo hablado hasta el punto de que el principio no tenga nada que ver con el final. Pero al menos Barragán ya habrá declarado lo que quería que se oyese. Aviso a navegantes.