El director David Ilundáin debuta en el largometraje con la cinta ‘B’, una película que lleva a la gran pantalla a Luis Bárcenas y que recrea con “honestidad” y fidelidad lo que ocurrió el 15 de julio de 2013, cuando el extesorero del Partido Popular declaró en la Audiencia Nacional ante el juez Pablo Ruz.
Según ha señalado Ilundáin durante una entrevista concedida a Europa Press, la idea de llevar al cine esta historia parte de la recreación teatral que Jordi Casanovas y Alberto San Juan subieron a las tablas. Los actores no podían ser otros que quienes durante tiempo se habían metido en la piel de Bárcenas y Ruz: Pedro Casablanc y Manolo Solo, respectivamente. Ilundáin cree que en su actuación, Casablanc “se aleja de la parodia” y evita crear una “caricatura”. A su juicio, ha realizado un esfuerzo “colosal” por interpretar a una persona que en el momento de esta vista llevaba “18 días en la cárcel”. “Intuimos que se sentía abandonado y tenía que defenderse como gato panza arriba para tratar de salir de ahí. Es un trabajo con el que el actor se merece todos los elogios que le caigan”, ha destacado. Por su parte, Manolo Solo es “el contrapunto”.
En ‘B’ aborda un “personaje difícil” que es “el extremo opuesto: alguien cauteloso y silencioso, sobre quien la presión recae desde otro punto de vista, para quien cualquier error suponía una debacle”. Del mismo modo que Casablanc, también “consigue extraer el alma de una persona que además de presión tiene que juzgar”, y que no solo maneja la sala, sino también lo que ocurre fuera de ella. Tal y como se señala en la película, el guión es la transcripción de la declaración judicial y no cabe apenas espacio para la ficción en los diálogos, a excepción del momento en el que ladeclaración tuvo que ser interrumpida porque alguien estaba filtrando el contenido a través de las redes sociales. El director promete “honestidad” con esta cinta, algo que considera “esencial” con los asuntos que enganchan con la realidad donde la cámara intenta pasar desapercibida. Según ha subrayado, se trata de un “texto real” con actores y un trabajo de cámara que trata de ocultar el objetivo para “que sea la realidad la que se exprese”.