Banderas y coletas

No parece buena idea dar bandazo tras bandazo buscando una identidad perdida… No, si quieres mantener una cierta coherencia. Tras una debacle electoral celebrada cual gran victoria, Pedro Sánchez tuvo ante sí una gran disyuntiva: admitir el clamoroso fracaso electoral y trabajar para mejorar, u ofrecerse a Pablo Iglesias para liderar el cambio apartando a la malvada derecha, culpable de todos los males de este país (como si ellos no hubieran gobernado nunca). Pedro, apartándose de los sabios consejos de gente como Felipe González o Susana Díaz, se ofreció a PODEMOS y, de este modo, incrementó su importancia y le dijo a sus millones de votantes que podían votar, sin miedo, a Pablo Iglesias. Pedro Sánchez, usando una comparación bíblica, ha cambiado el plato de lentejas por una coleta y un par de autonomías. En vez de fracaso electoral, gobierno del cambio con gente sin corbata. Ahora, tras esa discutible estrategia, Pedro ha decidido envolverse en la bandera nacional (el himno, creo, no lo puso) y decirle a todo el mundo que el PSOE defiende ese símbolo como la unidad del estado. A simple vista, parece raro que el PSOE, que tampoco se ha caracterizado por envolverse en la bandera, lance sus redes a patriotas, hartos, y a quienes quieren acabar con el capitalismo de amiguetes. Lo mismo Pedro, en lugar de pactar con quien quiere fagocitarle políticamente, debería analizar qué camino quiere que tome el PSOE. En todo caso, durante la cena con Pablo Iglesias, me pregunto si éste le dijo que “percibía una mayor autoridad política en Susana Diaz que en él” , que no basta con “quitarse una corbata”, si sigue “lost in translation” o si le recordó su opinión acerca de Antonio Miguel Carmona. ¿Va a pagar el PSOE su alianza con PODEMOS? Lo veremos en breve, pero estoy bastante seguro de que sí