Los auditores han señalado como ineficaz el proyecto de rellenos y de alineación del espigón del muelle de Santa Cruz de Tenerife, donde también cuestiona la totalidad de la inversión europea de 2,8 millones.
El proyecto costó 5,7 millones y ha tenido un sobrecoste de 562.000 euros.
También la construcción del puerto en Arinaga para descongestionar Las Palmas, con un coste de 23,5 millones y una inversión europea de 11,8 millones, el 90% de ella cuestionada (10,7 millones).
Por otro lado no han cuestionado la construcción de la nueva base de contenedores en la dársena del puerto de Santa Cruz de Tenerife, que costó 17,8 millones de los que la UE aportó 7,9 millones, así como otros 6,4 millones para la segunda fase de la obra, con un coste total de 15,6 millones.
Ambos proyectos tuvieron un sobrecoste de más de cinco millones.